El diputado de la ultraderecha Javier Jové acusó al Gobierno autonómico de crear “borregos que repiten consignas ideológicas y seres femeninos, pero con pene”

Imagen de archivo de un aula en un colegio público. EFE/Raquel Manzanares Raquel L. Murias, El Diario, 6 de noviembre de 2025
Vox no ha conseguido el apoyo de la cámara asturiana y se queda con la ganas de poder meter mano a los contenidos curriculares con los que se trabaja en los colegios de Asturias. Dice Vox que se están creando borregos en las aulas asturianas y que se “adoctrina a los menores”.
El pleno de la Junta General del Principado, con los votos de PSOE, Asturies-IU y Covadonga Tomé, ha rechazado este miércoles la proposición de la ultraderecha que exigía al Gobierno asturiano revisar los currículos educativos y retirar libros y materiales escolares que, a su juicio, afecten a “la inocencia de los menores”.
La iniciativa, que pretendía también imponer el control parental sobre cualquier contenido afectivo-sexual en las aulas, ha contado con el apoyo del PP y del diputado de Foro, Adrián Pumares, pero no ha prosperado por el voto en contra del PSOE, Convocatoria por Asturies-IU y la diputada Covadonga Tomé.
“Adoctrinar y pervertir”
Vox perseguía que el Ejecutivo asumiera un “compromiso inequívoco” de respetar el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos y que estos conocieran y aprobaran cualquier contenido “ideológico o afectivo-sexual”.
En la defensa de la proposición, el diputado de la ultraderecha Javier Jové acusó al Gobierno autonómico de “adoctrinar y pervertir a los niños”, cargó contra contenidos de igualdad y diversidad y afirmó que el sistema educativo “crea borregos que repiten consignas ideológicas”. Sus palabras provocaron el malestar en la cámara asturiana.
“Desmasculinizar a menores”
Jové no se quedó ahí y denunció supuestas “morcillas ideológicas” en los libros escolares, aseguró que “se inocula el socialismo en las mentes de los niños” y deslizó que se pretende “desmasculinizar” a los menores, llegando a referirse a quienes “quieren convertirlos en seres femeninos, pero con pene”.
Sus expresiones, en línea con el discurso contra la educación sexual y la coeducación habitual de Vox, generaron malestar en el hemiciclo, que no ha permitido que la iniciativa salga adelante.
El PP respalda la propuesta, pero pide moderación en el lenguaje
El PP votó a favor del texto, aunque trató de marcar distancia con el tono de Vox. La portavoz popular advirtió de que “no se puede banalizar” el debate sobre educación y reprochó al Gobierno asturiano que “no está atendiendo las necesidades reales del sistema educativo”, si bien evitó entrar en las acusaciones más duras lanzadas por la ultraderecha.
Pumares, de Foro, anunció también su apoyo, aunque rechazó términos empleados por Jové, como “asturcholas”, que el parlamentario de Vox había utilizado previamente en redes para referirse a mujeres asturianas.
La izquierda denuncia intento de censura educativa
Desde el PSOE, la diputada Mónica Ronderos calificó la propuesta de “delirante” y denunció la “manipulación y falta de respeto hacia los docentes” que, dijo, contiene el planteamiento de Vox. Subrayó que los contenidos de educación afectivo-sexual y diversidad responden a criterios pedagógicos, legales y de salud pública.
Convocatoria por Asturies-IU también rechazó frontalmente la iniciativa. Su portavoz, Xabel Vegas, sostuvo que la ultraderecha pretende sustituir la educación en igualdad y respeto “por la educación a través de la pornografía”, al tratar de impedir formación reglada sobre relaciones, afectividad y sexualidad en adolescentes.
La diputada Covadonga Tomé recriminó a Vox “su trauma infantil con los aparatos genitales” y acusó al partido de promover un “adoctrinamiento reaccionario” con consecuencias sociales, al tiempo que defendió que la escuela debe garantizar una educación basada en derechos humanos, ciencia y valores democráticos.
Una batalla que trasciende Asturias
La ofensiva para limitar los contenidos afectivo-sexuales y revisar el currículo no es nueva: forma parte de una estrategia estatal de Vox para cuestionar la educación en igualdad, diversidad sexual y memoria democrática. En otras comunidades donde la extrema derecha ha tenido influencia en gobiernos o parlamentos se han presentado propuestas similares orientadas a introducir mecanismos de veto parental o controlar materiales escolares.
En Asturias, sin embargo, la mayoría parlamentaria ha cerrado la puerta a este planteamiento, defendiendo la autonomía pedagógica y el papel de la escuela como espacio de formación integral frente a discursos que buscan restringir contenidos vinculados a derechos y valores constitucionales.
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