domingo, 3 de noviembre de 2013

Reinterpretando PISA




Publica hoy, 3 de noviembre, El Diario un interesante artículo que titula Siete falsos mitos sobre la educación, entre los que naturalmente no podía faltar el informe PISA 2009

Señala el artículo de Daniel Sánchez Caballero que, como sabemos, una de las "justificaciones" más frecuentes para avalar la necesidad de la LOMCE son los "horribles" resultados obtenidos en las evaluaciones PISA.  Y ciertamente, nadie puede negar que España está entre 12 y 13 puntos, (sobre un entorno de unos 500)por debajo de la media de la OCDE en las tres categorías evaluadas (Comprensión lectora, Ciencias y Matemáticas), pero no es menos cierto que no todas las comunidades autónomas obtienen los mismos resultados y que si la media la "bajan" los resultados de Extremadura y Andalucía, por ejemplo, deberíamos empezar a considerar otro de los factores que también analiza PISA, directamente relacionado con el entorno y contexto económico o ¿es casualidad que estas dos sean, además, las regiones con menor PIB per cápita de España?. Y nada se señala en relación a este factor.

Pues bien, los resultados son los que son,  pero no se puede obviar la lectura sesgada, cuando no falseada, que se nos está dando de los resultados del informe.  Solo algunos datos:


REINTERPRETANDO PISA: los números de 2009

PISA proporciona tres tipos de resultados  (nos centraremos en los dos primeros)
  • Resultados globales y niveles de rendimiento en comprensión lectora y en las competencias matemática y científica, es decir, qué saben hacer los alumnos; y resultados en las diferentes dimensiones de las mismas.
  • La relación entre los resultados y distintos factores asociados, como son los contextos sociales, económicos y culturales, así como circunstancias individuales de los alumnos y de la organización y el funcionamiento de los centros.
  • Análisis de tendencias, que se derivan de la recogida cíclica de datos; muestran los cambios en los niveles y en la distribución de los resultados, y en las relaciones entre las variables y los resultados del entorno de los alumnos y los centros.
Sobre los resultados globales y los niveles de rendimiento, Wert y compañía no dejan de insistir en el fracaso de un sistema educativo que nos aleja de la media europea 12 0 13 puntos. Pero, sin negar la necesidad de mejora del sistema, ¿qué significa esto realmente?



Los resultados de PISA se han presentado por medio de escalas con una puntuación media de 500 y una desviación típica de 100,  con lo que dos terceras partes del alumnado de los países de la OCDE obtuvieron entre 400 y 600 puntos.


En las tres competencias medidas por PISA 2009 Shanghái-China ha obtenido los mejores resultados (556). En el grupo con mejores resultados se sitúan también en las tres competencias las ciudades Hong Kong-China (533) y Singapur (526), junto con Finlandia (536) y Corea del Sur (539), mientras que los resultados de la mayoría de los países OCDE y el resto de los europeos participantes se encuentran en un rango cuyos resulta se encuentran en un intervalo que va de 480 a 552 puntos.

Parece necesario aproximarse a los resultados de PISA desde una óptica más clarificadora, más cercana a nuestro modo de interpretar la evaluación del aprendizaje.

Una propuesta de aproximación podría ser:




Si trasladamos las calificaciones PISA al habitual baremo de 1 a 10, los resultados permiten comprobar la verdadera dimensión de las diferencias denunciadas: estamos discutiendo sobre décimas.


Pero con ser significativa la lectura interesada de los resultados anteriores, más grave es la ocultación de aspectos de nuestro sistema educativo en los que destaca por encima de la media, su equidad.

PISA, además, analiza cómo el propio rendimiento está influido por las circunstancias en las que se desarrollan los aprendizajes, los condicionantes de partida, los entornos sociales, económicos y culturales del alumnado y centros educativos. Se trata del índice ESCS (“estatus social, económico y cultural”) que analiza en relación al rendimiento.

La relación entre el ESCS y el rendimiento del alumnado se puede interpretar como una medida de equidad. Si en un sistema educativo a una variación de un punto en la escala del ESCS le corresponden escasas variaciones en las puntuaciones del alumnado, ese sistema contribuye a reducir las diferencias socioeconómicas y culturales y, por tanto, es más equitativo que otro sistema en el que las variaciones de las puntuaciones sean mayores.

Y en este sentido, los resultados ponen de manifiesto que el sistema educativo español es, después del finlandés, el que presenta mayor equidad entre los países seleccionados. Este cálculo realizado por PISA 2009 corrobora los resultados obtenidos en la evaluación general de diagnóstico española (Instituto de Evaluación, 2010), que permiten afirmar la notable equidad y homogeneidad del sistema educativo español, circunstancia que confirma el análisis similar realizado para las comunidades autónomas españolas.






Que los mejores resultados los alcanza fundamentalmente Finlandia se repite constantemente, pero ...
¿Que es lo que no nos dicen de Finlandia?

Solo un par de cuestiones que conviene tener siempre en cuenta:

La política educativa finlandesa tiene como objetivo fundamental la equidad: todo el mundo debe tener exactamente la misma oportunidad de aprender, independientemente de los antecedentes familiares, los ingresos o la ubicación geográfica, y , por ello, en Finlandia, la educación es pública y gratuita en todas las etapas incluida la universidad y la enseñanza profesional. Apenas un 1%  es privada. 
El Estado finlandés invierte en Educación un 7% del PIB
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ACTUALIZANDO información tras la publicación de los resultados PISA 2012, interesantes artículos (8 de diciembre) 
En  el diario Público:  ¡Enhorabuena España! los jóvenes están al nivel de la OCDE
En Viento Sur.info: Informe Pisa y política educativa, Gloria Marín, María Ángeles Llorente Cortés  (incluye enlaces a otros artículos de interés)



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