sábado, 12 de marzo de 2022

La desmemoria histórica

Se están elaborando los nuevos currículums que implica la LOMLOE. Teniendo en cuenta que los currículos deberían ser unas breves orientaciones que cada centro aplicaría, podría ser una oportunidad para recordar la importancia de la Memoria Histórica. Un aspecto olvidado en todo el país y por tanto también en la enseñanza.

Miliciano gitano | La caja roja | La guerra civil fotografiada por Antoni Campañà | Ed. Comanegra, Barcelona 2019


Joan M. Girona, El diari de l´educació, 12 de marzo de 2022

El próximo 14 de abril será el 91 aniversario de la proclamación de la segunda república. Y después de 46 años de la muerte del dictador, con la monarquía democrática no se ha hecho justicia a las personas que lucharon, murieron, sufrieron represión por defender el gobierno legítimo republicano.

La ley de amnistía, que en su día celebramos como un éxito, se está utilizando como una ley de punto final que impide juzgar a los crímenes franquistas.

En Subirats, un municipio del Alt Penedès, celebramos cada año unas Jornadas de Memoria Histórica , ya llevamos once. Rememorando una batalla del 23 de enero de 1939, la última defensa de Barcelona, ​​intentamos evitar que se olvide lo ocurrido, intentamos luchar contra el olvido [1] que se está manteniendo tantos años, con las complicidades de los diferentes gobiernos y de los poderes económicos y religiosos; unos poderes que impulsaron, apoyaron y ayudaron al golpe de estado militar.

Cada día que pasa quedan menos personas que vivieron la guerra, pero los hechos traumáticos de esos años han perdurado a lo largo de cuatro generaciones. Las heridas, cuando se tapan se gangrenan, cuando se abren y se limpian se curan. Desde el comienzo de la democracia light que tenemos se ha querido tapar las heridas. Algunas víctimas (o sus descendientes) de las represiones sangrientas de franquismo han recurrido a tribunales de otros países, en Argentina han encontrado eco, dada la negación de la justicia española a investigarlas. Una interpretación restrictiva de la ley de amnistía le ha convertido en ley de punto final como decíamos. Y los parlamentos democráticos no han sido capaces de anularla cómo se ha hecho en otros estados que han sufrido represiones sangrientas como la nuestra.

El olvido general es también más significativo que fuera de España. España tiene el denigrante honor de ser el segundo país del mundo con más personas desaparecidas y enterradas en lugares desconocidos. En los medios de desinformación, en las tertulias radiofónicas o televisivas, en las redes sociales no se habla abiertamente del tema. En Chile, por citar un ejemplo, existe un edificio entero para recordar los crímenes del régimen de Pinochet. Estudiantes de secundaria le visitan y pueden leer y escuchar las atrocidades cometidas. De momento es impensable encontrar algo parecido en nuestro país. Y han pasado más años que en Chile de la desaparición del dictador. ¡Ya hace 46! España sigue siendo distinta, como decía un eslogan de la época de Fraga Iribarne para atraer al turismo; desgraciadamente España, en este aspecto, sigue siendo distinta a Alemania, Chile, Argentina, Uruguay…

La guerra fue dura, durísima para mucha gente. Como siempre, los más débiles recibieron más. Mujeres solas tuvieron que luchar para sacar adelante a la familia, para suplir a los hombres que estaban en el frente, para organizar la defensa civil; algunas incluso participaron en acciones bélicas enroladas dentro de las milicias antifascistas. La mayoría de criaturas no entendían qué pasaba y recibían la noticia de la desaparición de sus padres u otros familiares; y algunas debían escuchar que sus progenitores eran malas personas y que después de ser asesinados quemarían en el infierno. Minorías como la gitana sufrían su exclusión antes, durante y después de la guerra; a pesar de la situación marginal en que vivían (y todavía viven una parte importante) también se implicaron en la defensa de la democracia. Gitanos se apuntaron a las milicias por luchar contra Franco. El poeta Helios Gómez ha dejado su imprenta en la llamada capilla gitana de la antigua cárcel Modelo de Barcelona.

"Se debería velar por que la guerra española no se dejara para el final de curso, que por miedo o desinterés no se pasara por alto con la excusa de que el temario es muy largo (lo cual es desgraciadamente cierto)"

No parece probable que la situación de desmemoria cambie a medio plazo. Por eso, la enseñanza, yendo a contracorriente como casi siempre, debe aportar una visión diferente. Sería importante que, sobre todo en secundaria y en la universidad, se hablara abiertamente de la guerra, de las consecuencias que todavía seguimos sufriendo. Que se expusiera un contrapunto a la visión que quiere blanquear el golpe de estado. Que, por ejemplo, no se asociara república y guerra civil como se lee en capítulos de muchos libros de texto. La República no fue responsable de la guerra. El golpe de estado franquista, apoyado por los poderes económicos y religiosos, fue el único responsable de la guerra y de la grave represión que se produjo. Una represión metódica y estudiada.

Habría que velar por que la guerra española no se dejara para el final de curso, que por miedo o desinterés no se pasara por alto con la excusa de que el temario es muy largo (lo cual es cierto desgraciadamente). El profesorado debemos implicarnos en el combate contra la desmemoria. Las generaciones jóvenes deben conocer qué ocurrió en 1936 y cómo la dictadura duró hasta 1975; también sería una vacuna contra las nuevas ideologías que copian el pensamiento de los que provocaron el golpe de estado . Las heridas deben abrirse, limpiarse y así se podrán curar.

Para estudiar los hechos es recomendable la película El Retratista (2013) de Alberto Bougleux. Sobre el maestro Antoni Benaiges [2], nacido en Mont-roig y fusilado en Buñuelos (Burgos) en agosto de 1936. Podremos ver cómo aplica el método Freinet y cómo promete a su alumnado ir a ver el mar. Sabremos de su asesinato por ser maestro seguidor y consecuente con lo que quería la República ( enseñar a pensar) , su entierro en una fosa común, el descubrimiento de la fosa y recuperación de los restos y la repercusión de su labor en tierras americanas . Algunos elementos para evitar el olvido que sufrimos y que si no ponemos remedio sufrirán las nuevas generaciones.

No debemos tener miedo a exponer de forma crítica y rigurosa lo que pasó. La escuela enseña conocimientos para la vida: la convivencia y el avance social los conseguiremos a partir de los aprendizajes del pasado común , no evitando su recuerdo. Todos los duelos se elaboran pensándolos y compartiéndolos. Las palabras importan. Viviendo en paz, al menos teóricamente, podemos ejercer la libertad de pensamiento, como decía el gran pedagogo Ferrer i Guardia:

«Lucharé siempre sin cansarme por el librepensamiento y por la enseñanza racionalista y científica, sin religiones de ninguna clase, ni otros prejuicios patrióticos ni sociales»

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[1] Documental que quiere evitar el olvido: El silencio de otros. (2015) Film de Almudena Carracedo

[2] Más información en DDAA. (2013) Desenterrando el silencio. Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar. Ed. Blume






Joan M. Girona es maestro y psicopedagogo



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