miércoles, 18 de noviembre de 2020

La pandemia: una gran oportunidad para la colonización de la educación

Hace unas semanas salió una noticia que ha pasado bastante desapercibida y que nos debería hacer reflexionar mucho: se presentó, de la mano de la ministra Isabel Celaá, la "Alianza por la Educación". La pregunta es si realmente pensamos que tenemos que dejar en manos de las empresas y los bancos la conducción de la educación.

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Rosa Cañadell, El diari de l´educació, 19 de noviembre de 2020

Desde hace tiempo, algunas personas venimos alertando de la voluntad de las grandes empresas de apropiarse de la educación. Hemos señalado que la educación se ha convertido en un nicho suculento por los grandes capitales que pueden ver una gran oportunidad para ampliar sus beneficios, y también hemos señalado que hay una voluntad de colonizar lo que se enseña en los centros educativos, con el fin conformar una ideología que no ponga en cuestión el sistema y que acepte de buen grado las nuevas formas de explotación laboral, la precariedad y la desigualdad.

Durante el cierre de los centros educativos que nos obligó el confinamiento el curso pasado, se puso sobre la mesa la necesidad de utilizar la educación virtual y eso destapó la gran desigualdad que imperaba en nuestro alumnado, y como consecuencia la gran importancia de la educación presencial: primero de todo por equidad, para no dejar atrás los más de 300 mil niños y jóvenes que no tienen ordenador, y el 85% que tienen sólo uno para toda la familia. Constatamos que las aulas son el único espacio en el que todos los niños, hombres y mujeres, gozan de los mismos recursos, tanto materiales como humanos. Pero también constatamos que el aprendizaje, en etapas no adultas, no se puede lograr ante una pantalla con la misma profundidad que interaccionando con los compañeros y compañeras y con el profesorado.

Sin embargo, estamos viendo como las nuevas tecnologías, que ya hace tiempo que han entrado a la educación, intentan sustituir la escuela tradicional por una educación online , sobre todo por parte de las grandes empresas del sector, que ven en la educación un mercado altamente rentable y que están aprovechando la pandemia para sacar adelante sus planes. Estas corporaciones son los principales actores políticos beneficiarios de la transformación digital de la educación en esta emergencia sanitaria, ya que son las que tienen las herramientas, el hardware , el software , las plataformas, las redes y todos los medios necesarios para producir material de aprendizajes no presenciales. 

Y esta sospecha de que quieren acabar con la educación tradicional , que ya denunciamos cuando se puso en marcha la Escuela Nueva 21, cada vez se está ampliando. Así, hace unas semanas salió una noticia que ha pasado bastante desapercibida y que nos debería hacer reflexionar mucho: el pasado 29 de octubre se presentó, de la mano de la actual ministra de Educación, Isabel Celaá, la " Alianza por la Educación HAZ "(1). Una red "publico-privada para transformar el sistema educativo", conformada por Fundación Endesa, Google, Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), Fundación Vodafone España y Fundación La Caixa (esta participaba también en la Escuela Nova21

La ministra, según dice la noticia, se mostró muy satisfecha con esta "alianza de varias grandes empresas que se han unido para transformar la sociedad a través de la educación y para colaborar en la innovación y mejora de la calidad del sistema educativo, lo que favorecerá toda la sociedad ". Queda claro que el objetivo es aprovechar la educación para transformar la sociedad; la cuestión es hacia dónde?

En la revista Telos, que publica la Fundación Telefónica (2), los diferentes artículos van explicando qué son los objetivos: "La Red proporciona multitud de recursos que permiten a cualquier encontrar mejores explicaciones que en el aula. Los docentes deben renunciar a las posiciones de poder que han construido durante siglos "(Juan Manuel Zafra, director de Telos ); o "es sencillo pensar en una universidad de todos los saberesen la que el libre intercambio de conocimientos sea la norma, en la que la Red ponga en contacto a aquellos que deseen saciar su hambre de conocimiento sin necesidad de recurrir a instancias académicas tradicionales ... en la que la educación sea un antónimo de escolarización ". Y más claro aún: "Nos encontramos con la necesidad de comprender y enfrentar la incertidumbre; el imperativo de asumir que la educación no está sólo en manos del Estado y por ello debemos asumir la corresponsabilidad en la tarea educativa "(Rodrigo Fábrega).

La pregunta es si realmente pensamos que tenemos que dejar en manos de las empresas y los bancos la conducción de la educación. Si realmente estamos dispuestos a que un grupo de banqueros, economistas, políticos y grandes empresarios diseñen cómo se debe educar Si estamos dispuestos a aceptar que el profesorado ya no tiene que enseñar, que la memoria no sirve para nada y que puede existir la verdadera libertad sin tener un conocimiento riguroso. Y es que no se trata sólo de privatización, sino de dejar en manos de la Caja, los bancos y las empresas el control ideológico de los contenidos educativos.

Tal y como muy bien explica Geo Saura (3), "esto no hace más que consolidar en el sistema educativo del Estado español los últimos avances de privatización y neoliberalización a través del filantrocapitalismo y del capitalismo digital".

Y es que lo importante no es sólo el cómo enseñamos, sino el que enseñamos y para qué lo hacemos. En estos momentos en que se está constatando el fracaso del modelo neoliberal actual, es necesario, más que nunca, que la educación esté al servicio de la justicia social y de la emancipación personal y colectiva, y no que sea un instrumento al servicio de la ideología dominante.

Nuestros alumnos se encontrarán con un futuro que se prevé muy complicado y difícil, con un aumento de las desigualdades sociales y una progresiva división de nuestra sociedad. Lo que quieren estos nuevos agentes educativos es que la educación prepare para esta división: con una minoría que será la élite y ejercerá el poder, que irá a costosas escuelas privadas con maestros de carne y hueso, y que adquirirán a través de la cultura y la educación las herramientas necesarias para pensar y reflexionar sobre el mundo, y una mayoría con herramientas cognitivas y culturales limitadas, con poca o ninguna capacidad crítica e incapaces de comprender el mundo y de actuar ante las dificultades que su posición social los comportará.

No podemos, de ninguna manera, dejar la educación en manos de unas élites socioeconómicas que nunca han querido una ciudadanía formada y crítica. Hay que detener esta deriva neoliberal que se está instalando en nuestro sistema educativo.

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https://www.lavanguardia.com/vida/20201029/4968492825/celaa-saluda-la-alianza-de-grandes-empresas-para-innovar-en-la-educacion.html 
https://telos.fundaciontelefonica.com/revista/
https://eldiariodelaeducacion.com/2020/11/02/filantrocapitalismo-digitalizacion-y-covid-19-en-educacion/


Rosa Cañadell, Licenciada en Psicologia, profesora, articulista. Membro del SIEC (Seminari Ítaca d'Educació Crítica)




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