martes, 8 de marzo de 2016

No superaremos la desigualdad mientras que la sociedad siga construyendo identidades en clave de guerreros y princesas

ANÁLISIS DE LAS AUSENCIAS DE MUJERES EN LOS MANUALES DE ESO




Ayer, día 7, publicaba Pablo García de Vicuña, en eldiario.es, un artículo que titulaba "Un techo de cristal resistente también en Educación". En él, en una primera parte, revisaba situaciones que consideraba decepcionantes en el mundo educativo vasco y relacionadas con la conmemoración de un nuevo 8 de marzo.

La segunda, que es a la que hace referencia el título de la entrada, aporta datos  más generales partiendo de un estudio académico de Ana López-Navajas, (Universidad de Valencia) publicado en la Revista de Educación del Ministerio (2014) y en el que analiza la ausencia de las mujeres en los manuales de la ESO: "Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales de la ESO: una genealogía de conocimiento ocultada", y con referencias a otros estudios sobre desigualdad en la escuela:

No superaremos la desigualdad mientras que la sociedad siga construyendo identidades en clave de guerreros y princesas


"....La conclusión es tristemente esclarecedora: de 115 manuales analizados (de 2007) de tres editoriales (Santillana, Oxford y SM) la presencia de las mujeres entre todas las disciplinas que se imparten en los cuatro cursos de Secundaria no supera el 12,8%. Tal insignificancia supone en la práctica su exclusión de la visión del mundo que se traslada desde la enseñanza. Además, esta escasa presencia va disminuyendo a medida que se avanza en contenidos de dificultad (4º ESO, respecto a 1º) y en asignaturas de enfoque histórico, respecto de otros científicos o lingüísticos. Y no es baladí esta penuria de referencias femeninas cuando es en estas disciplinas donde se construye la memoria colectiva y las identidades sociales. El estudio acaba afirmando que “ (…) estas carencias en el sistema de enseñanza afectan (…) a la formación académica en su discurso no revisado y androcéntrico (…) y a la formación cívica, con marcados patrones de desigualdad (…)”...

[....] Ante esta realidad, la pregunta surge inmediata: ¿Se trabaja suficientemente la igualdad en las aulas? Las investigadoras Usategui y Del Valle insinúan que en el medio escolar se ha instalado la creencia de que en materia de igualdad no queda mucho por hacer, pero advierten: El profesorado ha de ser consciente de que la escuela no es ajena al peligro que conlleva un “discurso igualitario formal” que oferta “uniformidad y supuesta neutralidad” y oculta la “hegemonía de una educación masculinizada sobre la devaluación de una educación amplia y comprehensiva de todos los valores (…). Desde una perspectiva de género, la misma escuela que provee de igualdad de oportunidades, que tiene incorporado el discurso de la igualdad en su currículo, que trabaja y pone en valor actitudes, contenidos y conocimientos que cuestionan el mandato de género, es la escuela que sigue revelándose activa y responsable en la práctica y vivencia de la desigualdad. No hay duda de que estamos ante una tarea inacabada”  (“Coeducar, una tarea inacabada”, Gaiak nº 322. abril, 2011. Especial: Educar para la Convivencia)
Compartimos su conclusión:
[...]  En fin, un año más tenemos que seguir observando un techo de cristal en el entorno educativo que pese a manifestar grietas, se resiste a ser pulverizado. Una barrera invisible que continúa visibilizando la desigualdad de género. Una desigualdad que no superaremos mientras que la sociedad -o sea, nosotros y nosotras- siga construyendo identidades en clave de guerreros y princesas.

Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales de la ESO: una genealogía de conocimiento ocultada"



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También Sofía Castañón hacía referencia al estudio de Ana López-Navajas, a la vez que revisa la invisibilidad de las mujeres en literatura....

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